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¿Como saber si perdí la motivación en mi trabajo?

Estimad@s lectores

Las emociones son indiscutiblemente guía de qué hacer en tu vida, ellas te brindan información de cómo estas, de tus necesidades, de tus relaciones, son el termómetro que te indica el nivel de autoestima en el que estás en un momento determinado, cuál es tu bienestar emocional y el grado de satisfacción de logros y objetivos. Actualmente vivimos resolviendo continuamente… juntas, solución de problemas, resolución de conflictos, responder correos…. la lista puede ser interminable y son aparentemente temas con los que normalmente lidiamos y salimos exitosos de ello. Pero que pasa si de repente te das cuenta de que existen algunos de los siguientes síntomas:

  • Existe una sensación de desánimo

  • Te sientes frustrado, sin energía para afrontar los retos

  • Trabajas sin obtener el resultado esperado y probablemente sabes en tu interior que no estás dando tu 100%.

  • Sientes físicamente un cansancio o agotamiento

  • Te empiezas a aislar de tus compañeros

Quizá entonces es momento de poner un momento “pausa” en tu cotidianidad. Revisa si estas sensaciones tienen una causa conocida (como un problema de salud o familiar que sabes que será pasajero). Y qué pasa si te das cuentas de que llevas así mucho tiempo, entonces es muy probable que estés pasando por un periodo de desmotivación laboral. Hay varias cosas que pudieras realizar: 1) Cuestionarte e identificar que cosas sí disfrutas de tu trabajo, tratar de ordenar tu día de modo que puedas en lo posible delegar lo que no te satisface tanto y destinar mayor tiempo a aquello para lo que eres bueno y te gusta. 2) Revisa aquello para lo que eres bueno y tienes talento, muchas veces podemos ser muy buenos para algo como por ejemplo: para negociar, o para analizar bases de datos o programar y el tiempo vuela cuando lo hacemos. 3) Si identificas algo que te gusta y eres bueno seguramente encontrarás tu motivación natural. Sabemos que no todo lo que debemos realizar nos llena al 100% , habrá cosas para las que tenemos talento y no nos encantan o cosas que nos encantan y que a la larga podríamos desarrollar.

4) Dialoga con tu jefe: la comunicación siempre fomenta relaciones de confianza, externa tus inquietudes.

Es posible por ejemplo: que hayas identificado tus excelentes habilidades negociadoras y si no estás en ventas o compras puedas sugerir un cambio de área o asignación de tareas que te permitan desarrollar y aplicar ese talento.


5) Sólo cuando hayas agotado todas las posibilidades y no encuentres tu factor motivacional, quizá debas pensar entonces en un cambio laboral. Sea como sea, haz caso a tus emociones, quienes son el mejor indicador de tu nivel de motivación. Una persona motivada siempre será más productiva y feliz.

¡Excelente día!

Mercedes Romero


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