¿Siguen siendo útiles las competencias suaves en la era tecnológica?
Estamos rodeados de tecnología y pareciera que la comunicación se vuelve más fácil en ese entorno… pero cuando vemos que las conversaciones ya sean de trabajo o personales, se vuelven cada vez más frías, menos trato directo y más whats app o FB, me doy cuenta de que la comunicación cada vez es más ágil, oportuna y práctica, pero no necesariamente más asertiva.
Lo que vemos en las calles y en las familias, las personas están más enfocadas en su celular o en sus lap-tops; esto se vive también al interior de las organizaciones.
A mi parecer cada vez es más difícil “contactarnos” con todo lo que implica expresarnos y entender a profundidad la necesidad que nuestro interlocutor nos desea expresar. Esto se vuelve cada vez más importante sobre todo en áreas de servicio.
Ayer tuve la experiencia de platicar con un exitoso Gerente de un muy buen restaurant que, a menos de un año de abrir, tiene comensales esperando mesa en horas pico.
Su secreto…. ¡Excelente comunicación en su equipo de trabajo!
Su principal éxito radica en que fue capaz de generar en sus colaboradores a lo largo de toda la cadena de valor un lenguaje unificado en cuanto a lo que se esperaba de su empresa. Logró transmitir la esencia o lo que yo llamo mística de su empresa a todos y cada uno de los integrantes del equipo, desde el personal que colabora en cocina, hasta todos los meseros que se afanan en brindar un toque especial a la experiencia de disfrutar un manjar; todos los empleados de ese lugar “contactan” con el cliente y sus necesidades.
Al ir conociendo más empresas, me sigo convenciendo, de que no basta con tener toda la infraestructura de vanguardia en el servicio que brindan, los consumidores seguimos (afortunadamente) necesitando de esa experiencia humana que sólo se obtiene con un excelente manejo de habilidades o competencias suaves como lo son: manejo emocional, comunicación, actitud positiva, asertividad, liderazgo, creatividad.
Sigamos entendiendo en equipo porqué hacemos lo que hacemos (mística organizacional) y cómo lo hacemos (calidad).
¡Excelente día!
M. Romero