Pan con lo mismo...
“Pan con lo mismo”, se refiere a lo conocido, como cuando vemos el mismo tipo de película con ligeros cambios y que siempre tienen el mismo final.
Lo mismo sucede con los problemas organizacionales; son guiones similares, pero con diferentes actores. Algunos comportamientos observables son: falta de involucramiento, apatía de colaboradores, gestión pobre y con resultados no deseados de baja productividad, calidad y/o efectividad.
Temas como acountability, empowerment, motivación, trabajo en equipo, liderazgo, etc. Es conocimiento que está a nuestro alcance con solo acceder a Google, es fácil obtener la información que necesitamos; pero no es suficiente porque faltan procesos de transferencia.
Si deseamos de dejar de tener “pan con lo mismo” es necesario aterrizar las teorías con procesos de transferencia.
¿Cómo hacer la transferencia del conocimiento a la acción?
Se debe llevar lo aprendido al día a día, generando la posibilidad de in
teractuar en procesos de discusión y aprendizaje grupal para trasladar las experiencias, generar significados y construir las alternativas de mejora.
El compartir formas de pensar, creencias y el promover reflexiones de “cómo llegar”, abre las puertas al crecimiento personal y de los equipos.
¿Qué puede salir mal?
Cuantas cosas que leemos y aprendemos a la hora de tratar de llevarlo a la práctica no producen el efecto deseado, frustrando los esfuerzos desanimando a las personas,
A veces los equipos de trabajo pueden desacreditarse entre sí, comentarios como: “eso ya lo intentamos y no funcionó”, o sarcasmos como “no se te pudo ocurrir algo mejor”. Este tipo de comentarios que desgastan e inhiben la participación se les conoce como frases asesinas que rompen con la iniciativa y la creatividad. Las frases asesinas provocan que la persona expuesta al sentirse vulnerable dude en lo futuro en hacer contribuciones y mucho menos exponerse al escrutinio de sus ideas.
¿Qué sí funciona?
El trabajar con personas no es pensar en recetas, cada situación es única y requiere muchas habilidades individuales y grupales para lograr lo que se necesita, ya sea para mejorar o crear nuevas posibilidades y escenarios (construcción del futuro deseado).
Lograr contar con personas contentas, energizadas y que constantemente están tomando papel activo en lo que pasa y lo que desean lograr es el anhelo de cualquier organización con una filosofía de liderazgo transformacional o cualquier otra que signifique participación e inclusión. Esto sugiere que tendrá que haber observadores y promotores que reten a los equipos y faciliten esos cambios, ya sean de mentalidad o bien de una mayor actividad según sea el caso.
Como se mencionó, toda la información está en la red, el reto será hacer las transferencias y los cambios actitudinales necesarios para marcar y lograr el rumbo deseado.
Si no cuentas en la organización personal para poder hacer estas transferencias, te puedes apoyar con expertos en clínicas, facilitadores o coaches.
Para cambiar al mundo, el cambio empieza por uno mismo.
¡Excelente día!
Marco. S. Stone
Director Consultor
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