El que mucho pide, algo alcanza
Una competencia básica en la vida son las peticiones, sabemos que en el pedir está el dar; contaré la historia de un padre que se jactaba de que sus hijos eran muy buenos y nunca le pedían nada, que eran muy prudentes y considerados con lo que el padre podía darles. Había poca interrelación entre las necesidades de los hijos y lo que él pudiera percibir. Éste no preguntaba qué necesitaban sus hijos y daba por hecho que todo estaba bien, sin nada que requiriera su atención, creando con este no pedir y no preguntar un círculo vicioso. “Los niños no piden, el papá no les da”; resultado probable: se puede generar una sensación de no merecimiento por parte de los niños (componente de la autoestima), haciendo de esto un problema en donde no satisfacen sus necesidades y deseos consiguiendo con ello no sentirse “merecedores de las cosas buenas de la vida”.
A la larga puede ser que estos niños no lleguen a generar la competencia básica en la vida sobre hacer peticiones, dice el dicho: “el que mucho pide algo alcanza”.
Del otro lado de la moneda están aquellos niños-jóvenes que todo el tiempo se la pasan pidiendo atención y cosas a sus padres, quienes presionados y estresados tratan de satisfacer sus necesidades, incluso sus caprichos; citaré el caso de Pedro: su hija le solicito un celular de alta gama (iPhone), Pedro estaba muy mortificado porque no tenía el recurso para obsequiárselo, la hija en cuestión le lloraba y le comentaba que no estaría al nivel de sus amigas en la escuela y que esto podría ser causa de algún tipo de bullying o descalificación y que pondría en riesgo su pertenencia a un grupo en especial, la hija uso todos sus recursos para convencer a su papá y no lo logro, ya que Pedro se sostuvo en su posición argumentando que ni él podía tener un teléfono tan caro y ella que tendría que enfrentar sus problemas y resolverlos de la forma más conveniente.
En el pedir está implícito el NO, cuando la petición no está acorde a la situación o a los recursos disponibles por parte del proveedor, no es porque no se quiera, muchas veces es porque no se puede.
Aquellos padres que se sienten con la obligación de cubrir todos los caprichos y deseos de sus hijos sin equilibrio ni medida estarán afectando una perspectiva saludable en ellos, “el pedir sin merecer” hará una postura “de la ley del mínimo esfuerzo”.
Si observamos en las empresas también hay colaboradores que al no tener los recursos se justifican para no tener un desempeño sobresaliente, al igual que la hija de Pedro esos colaboradores tendrán que desarrollar sus competencias creativas y ver el “como sí” pueden lograr los resultados con recursos limitados.
En algunas empresas se observan ciertos grupos elite que tienen a su disposición los mejores recursos en comparación con otros colaboradores, y se comentan que esos colaboradores son los consentidos. Lo ideal es tratar de establecer compromisos adecuados a las circunstancias y en la relación recursos-resultados esperados, en las propuestas de mejora en temas de efectividad y responsabilidad.
Hay personas a las que se les facilita más que a otras el pedir; se puede observar que siguen ciertas reglas en las peticiones:
1.- No se pide aquello que nosotros mismos podemos hacer.
Eso es tomar ventaja de alguien; cuando se pide, siempre estará explicito que se pide algo que falta y que no ocurrirá por si solo y que no está en nuestras manos el poder obtenerlo.
Como se comentó en el caso de Pedro, cuando se hace una petición está implícita una negación, la persona a quien se le pide tiene todo el derecho a decir no, ya sea porque no tiene los recursos, la competencia o el tiempo para hacerlo, o bien no depende directamente de él hacer un compromiso sin que afecte a terceros.
2.- ¿Para cuándo se necesita y cuál es la naturaleza de la petición que se está haciendo?
La variable tiempo (la duración en tiempo que tomará hacer la petición o el favor). Será fundamental establecer si se puede hacer aquello que se solicita o no. Algunas veces, se dice “si” a una petición sin considerar a profundidad el compromiso que se realiza. Al no tener cumplimiento e impecabilidad vendrá una justificación o disculpa, esto genera un daño a la persona que solicitó al no obtener la respuesta esperada, afectando la confianza y por ende perturbando la relación.
3.- ¿Es factible negarse ante una petición?
La respuesta es sí, es legítimo negarse siempre y cuando no se observe la posibilidad de hacer aquello que se solicita y adicional a esto, revisar si existe algún beneficio en el hecho de la construcción de relaciones que amerite el esfuerzo. Si existe un alto costo que de la petición sea en esfuerzo o dinero y que eso puede salir de toda proporción, lo más conveniente es negarse desde un inicio.
He escuchado amigos a quienes les han pedido dinero prestado y nunca lo regresaron, comentan que por esas experiencias ya no prestan porque se pierden amistades, aquí es claro saber cuándo decir “no” y ser cuidadoso con cómo decirlo. La afectación más importante es que se pierde la confianza y afecta la relación futura.
Si estamos en posibilidades y es nuestro interés el de colaborar de algún modo con alguna persona en un proyecto, trabajo, o recurso que se nos solicite, será importante establecer claramente las condiciones del acuerdo y cuáles serán las consecuencias de no hacerlo, de referencia documentar el acuerdo para fines de aclarar malentendidos.
También existen la opción de contra ofrecer, por ejemplo, cuando se nos solicita dinero; podemos aducir; no puedo prestar dinero, pero puedo orientar sobre alguna instancia que preste a un interés bajo; Cuando el tema son entregables aclarar: “no lo puedo entregar hoy, pero lo puedo entregar el próximo lunes”. Esto promueve un tipo de negociación que permite encontrar soluciones cuando las condiciones no dan lugar a la petición original
Finalmente hay otra opción que es la de postergar, es retrasar la respuesta a la petición hasta tener la seguridad de que se podrá cumplir con lo que se pide, se puede argumentar: “Eso que me pides tendré que revisarlo, si tengo el tiempo y el recurso más adelante te diré si puedo comprometerme con lo que me estás solicitando”.
Si el tema está en que nosotros solicitamos algo, al hacer la petición será necesario hacer un contexto y explicar la naturaleza de esa petición y cual será nuestra retribución o compromiso a la persona que le solicitamos, ya sea un simple agradecimiento de forma explícita o bien algún beneficio en correspondencia.
El desarrollar la competencia de saber pedir es importante, muchas personas han logrado mucho por como hacen sus peticiones, generan una emprendedora forma de hacer sinergias, proyectos negocios tanto en su vida profesional como en lo personal, su mayor distintivo es su extraordinario compromiso con aquellas personas que les brindaron apoyo y el poder extraordinario que otorga la confianza y la hermandad.
Todas las posibilidades para crear y hacer están a tu alcance, solo es cuestión de saber pedir.
¡Excelente día!
Marco S. Stone
Director asociado
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